El Mercado de Puebla de Don
Fadrique se inauguró en el mes de febrero de 1904. A continuación se muestra la
transcripción del acta correspondiente a la reunión que la corporación
municipal celebró el día 14 de febrero que dio lugar a la formación de dicho
mercado.
Carros y puesto de venta en el mercado a principio del siglo xx (plaza Constitucional). |
SESIÓN ORDINARIA DEL DÍA 14 DE FEBRERO DE 1904
Presidente :
D. Oscar Fernández Valcárcel (Alcalde)
Sres. Concejales:
Juan José Guijarro González
Manuel de Lacruz Penalva
Mariano Arias Bugeya
Máximo Marín Romero
Manuel Fernández Arias
Mariano Castellote Blesa
José Antonio Marin Cruz
Juan Guijarro Penalva
Juan Francisco Romero Real
Lucio Carbonero Tristante
Francisco Arias Romero
Antonio Reolid Bañón
Saturnino González Sánchez
En la Villa de Puebla de Don Fadrique a catorce
de febrero de mil novecientos cuatro, bajo la presidencia del Sr. Alcalde Don
Oscar Fernández Valcarcel se reunieron en el salón de sesiones de estas Casas
Consistoriales los Sres. Concejales que al margen se expresan, al objeto de
celebrar la ordinaria de este día que dicho Sr. Alcalde declaró abierta a la
hora de las doce de la mañana.
… Por el Sr. Concejal D. Mariano Castellote Blesa
se hizo uso de la palaba para manifestar a sus compañeros que haciéndose intérprete de los deseos de
los gremios de Comerciantes, Industriales, Posaderos y varios particulares, tenía
el gusto de proponer al Ayuntamiento, se sirviera acordar la celebración de un
mercado semanal en esta Villa, porque entiende que la reunión de vendedores y
compradores en un día determinado multiplican y estrechan las relaciones mutuas
de los pueblos, estimulando la producción y el movimiento mercantil y
favoreciendo los intereses generales de la población, que seguramente puede
adquirir de esa manera diversidad de artículos con más economía que de los
establecimientos particulares, a la vez que se facilita el abastecimiento para
cada semana, principalmente a los vecinos que viven fuera del casco, ya en la
Sierra, ya en el Campo, los cuales se ven hoy precisados a concurrir al mercado
de la inmediata ciudad de Huéscar.
Concedida
la palabra al Sr. Teniente Alcalde D. Mariano Arias Bugella, Presidente de la
Comisión de Policía urbana y rural, expresó en nombre de la misma que
consideraba no solo conveniente sí que también necesario el establecimiento del
mercado propuesto por el Sr. Catellote por las poderosas razones que el mismo
ha expuesto, aparte de que la importancia de la población y su situación
topográfica respecto de varios pueblos limítrofes son a su juicio fundamentos
bastantes para que desde luego se acceda a lo propuesto.
Varios
Sres. concejales hicieron análogas manifestaciones a favor de la moción del Sr.
Castellote; indicándose por todos como sitio más a propósito para establecer el
mercado, la Placeta del Triunfo y sus inmediaciones y el viernes de cada semana
para celebrarlo.
En virtud
de todo, y no habiendo quien pidiera la palabra en contra, visto el nº 6 del
párrafo 1º, artículo 72 de la vigente Ley Municipal e infinidad de
disposiciones posteriores, según las cuales los Ayuntamientos tienen la
facultad de establecer ferias y mercados en sus localidades sin más trámite que
consignarlo en una de sus sesiones, se acuerda por unanimidad:
1º que se celebre un mercado denominado de Abastos
y Ganados el viernes de cada semana en la Placeta del Triunfo de esta población
en los meses de mayo, junio, julio, agosto, septiembre y octubre, y los
restantes en la Plaza Constitucional.
2º que mientras la corporación no acuerde otra cosa
en contrario, se entienda que el establecimiento de puestos públicos en dicho
sitio se considerará exento de todo arbitrio, con objeto de que este beneficio
sirva de estímulo a los vendedores, mercaderes y negociantes para que concurran
al mercado.
3º Que la Comisión de Policía urbana y rural forme
el correspondiente reglamento sobre concesión y goce de puestos fijos en dicha
Plaza, procurando hermanar la policía y salubridad pública en el mercado con
las facilidades necesarias para el desarrollo y prosperidad del mismo.
4º Que para procurar extender la propaganda del
mercado, el Sr. Alcalde remita a los pueblos que estime conveniente los oportunos
edictos en que se anuncie su celebración, además de fijarlos también en los
sitios públicos de esta localidad, insertándose en el Reglamento de que se hace
mención en el párrafo anterior.
Como queda de manifiesto en el
acta, la propuesta del concejal don Mariano Castellote Blesa de celebrar un
mercado semanal fue acogida con suma complacencia por toda la corporación que
la aprobó mayoritariamente, entre otros
acuerdos está el que dicho mercado se denominaría de «Abastos y Ganados», y se
celebraría los viernes de cada semana.
También quedó establecido que
tendría lugar en la Placeta del Triunfo (junto al hospital), durante los meses
de mayo a octubre. Los restantes meses se celebraría en la Plaza Constitucional
(actual plaza de la Constitución).
En aquella época el Municipio
de la Puebla superaba los 7000 habitantes y el mercado se había convertido en
una demanda de la población, sobre todo porque
mucha de ella estaba diseminada a lo largo y ancho del término, bien en el
campo o en la sierra, con lo cual numerosos vecinos se veían en la necesidad de
concurrir semanalmente al mercado de Huéscar para realizar sus compras de
aprovisionamiento y al intercambio de aves, conejos, huevos… Por otros
productos.
El reglamento que elaboró la
Comisión de Policía Urbana y Rural para regir este mercado, estaba compuesto por 17 artículos, y fue aprobado por la Corporación Municipal el 17 de febrero de 1904.
Artic.1º= Ningún vendedor podrá establecer parada o
puesto fijo en el mercado para el despacho de sus mercancías sin una licencia
del Alcalde.
Artic.2º= Las instancias solicitando licencias para
ese objetivo se dirigirán a la alcaldía, expresando el nombre y apellidos del
solicitante, su domicilio y el mercado en que desea establecerse.
Artic. 3º= Estas instancias se registrarán en las
alcaldía por orden de fechas con el número que les corresponda.
Artic. 4º= Cuando se expida una licencia se hará
constar en ella el número que le corresponda tener al puesto solicitado con
arreglo al orden al efecto establecido en el mercado de que se trata.
Artic.5º= Cuando quedare por algún motivo vacante
un puesto en el mercado, tendrá derecho a obtenerlo el más antiguo de los
vendedores con puesto en el mismo, siempre que le convenga más que el que
disfrutare a la sazón: en tal caso deberá de solicitarlo dentro del plazo de
los tres días siguientes al que se produjera la vacante.
Artí.6º= Cada plaza que vacare se concederá al
pretendiente más antiguo, si los hubiere, por no tener puestos vacantes a la
hora de solicitarse la licencia.
Arti.7º= Los puestos autorizados no podrán ser
ocupados más que por el concesionario respectivo, su mujer, sus hijos o sus dependientes.
Arti.8º= ningún vendedor podrá ocupar dos o más
puestos diferentes sin una licencia especial del Alcalde.
Arti.9º= Se le retirará la licencia a todo dueño de
un puesto o parada que no se hubiere presentado en él por sí o su familia o
dependientes, hacer la venta de costumbre, en ocho días consecutivos, a menos
que justificare cumplidamente no poder haber podido efectuarlo por impedírselo
causas legítimas o de fuerza mayor. Pasados los ocho sin ocupar su puesto o
hacer la justificación dicha, se declarará de derecho vacante aquella plaza y
se conferirá al pretendiente que por antigüedad corresponda.
Artí.10º= Al expedirse cada licencia, el interesado
deberá pagar por anticipado el precio o arbitrio señalado para los puestos por
la tarifa que establezca el Ayuntamiento, en el caso de que éste tenga acordado
el referido ingreso.
Artí.11º= Las licencias serán personales e
intransmisibles a ningún otro mercader o comprador.
Artí.12º= Los granos, semillas y demás mercancías
que introdujeren en la población para su aprovisionamiento, serán conducidas al
mercado para su venta.
Artí.13º= El mercado público se celebrará el
viernes de cada semana quedando abierto a las siete de la mañana y se cerrará a
las dos de la tarde respecto a los meses de de mayo a octubre, ambos inclusive,
y abriéndose a las ocho de la mañana y cerrándose a las tres de la tarde en
cuanto a los meses de noviembre a abril, también inclusives.
Artí.14º= Se prohíbe vender o poner a la venta
granos ni otros artículos averiados por la humedad u otra causa, o adulterados
por cualquier medio que sea.
Artí.15º= Se prohíbe la compra-venta de forrajes y
otros artículos en las calles ni en cualquier otro sitio de vía pública que no
sea el mercado.
Artíc. 16º= No podrán depositarse ni venderse las
mercancías en distintos sitios de los que se hallen designados para cada clase.
Artí.17º= Las infracciones de este reglamento serán
castigadas con arreglo a las ordenanzas Municipales y al Código Penal en su
caso.
Puebla de
Don Fadrique a 17 de febrero de 1904 = siguen las firmas.
Enterados
los Sres. concejales y considerando que el preinserto proyecto se haya ajustado
a las conveniencias de la localidad, acordaron aprobarlo en todas sus partes; y
que después de hecha la propaganda de que se hace mención en el acuerdo de
catorce del corriente por los medios en el mismo indicados, el Sr. Alcalde
señala el día en que deba inaugurarse el mercado, pero antes de este
señalamiento se procederá por la Comisión de Policía Urbana a la designación de
sitios para las respectivas mercancías y a la numeración de puestos, atendiendo
a la mayor comodidad para todos los compradores y vendedores y fijando la
extensión de cada uno, siquiera sea ésta con el
carácter de provisional, mientras que el Municipio no pueda atender a la
necesidad de construir casetas que ofrezcan la mayor seguridad y
comodidad.
La importancia económica y
social que adquirió el mercado se vio favorecido por la situación geográfica de
La Puebla, convirtiéndose en el centro comercial, no solamente de los
habitantes de este término, sino de otros muchos provenientes de localidades
próximas, pertenecientes a los municipios vecinos de Santiago de la Espada,
Nerpio, Moratalla, Caravaca, María y Vélez Blanco.
Como la mayoría de mercados,
el de La Puebla era también un espacio público, un lugar de encuentro semanal
de convivencia, propicio para favorecer las relaciones sociales entre los
ciudadanos (amigos y conocidos) que aprovechaban el viernes para realizar sus
compras o efectuar la venta o el intercambio de productos.
Salvando las distancias en el
tiempo y teniendo en cuenta la merma de población respecto a épocas anteriores,
el mercado sigue desempeñando en la actualidad la misma función, no hay nada
más que observar los corrillos que se forman a lo largo de su trazado entre
personas que se saludan y hablan animadamente sobre uno u otro asunto, mientras
que otras aprovechan la ocasión para compartir unas cañas y comentar los
acontecimientos más relevante de la escena local o nacional.
Carretero con víveres camino del mercado. |
Permuta temporal del día de mercado
A principio de los años
treinta, coincidiendo con la llegada de la República se cambió el día del
mercado, pasando de viernes a miércoles.
Esto se hizo con la intención
de que estuviera más y mejor abastecido de mercancía, toda vez que los mismos
vendedores que el jueves hacían el mercado de Huéscar, al día siguiente
montaban sus puestos en el de La Puebla con la mercancía sobrante, mientras que
otros no se presentaban porque ya habían vendido sus productos en la vecina
localidad. Aun así, ese cambio no duró mucho tiempo, volviéndose a celebrar de nuevo en viernes.
En sus inicios, el conjunto de
vendedores que se desplazaban al mercado de la Puebla para ofrecer sus
productos lo hacían por medio de carros de tracción animal, y la mayoría de
ellos procedían de las localidades murcianas de Lorca, Caravaca y Cehegín. Más
adelante utilizarían camionetas, camiones y furgonetas.
Juan García Tristante
Juan García Tristante
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Fuente:
Archivo Municipal de Puebla D. Fadrique, libros de actas capitulares años 1904-1905.
Imagen 1ª: Centro Guadalinfo Fotografías antiguas de Puebla Don Fadrique.
Imagen 1ª: Centro Guadalinfo Fotografías antiguas de Puebla Don Fadrique.
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