Desde que el tren inició su andadura en la Península con la
primera línea ferroviaria de Barcelona a Mataró en 1848, el ferrocarril se
convirtió en uno de los elementos más importantes de la sociedad y de la economía
española.
A principios del siglo XX se aprueba la Ley de Ferrocarriles Secundarios,
se proyecta un ramal ferroviario que partiendo de la Estación de Calasparra y
pasando por los términos de Caravaca, Puebla de Don Fadrique, Huéscar, Orce,
Galera y Cúllar empalma con la estación de Baza, que forma parte de la Línea
Ferroviaria Murcia-Granada.
Posteriormente, casi a mediados del siglo, también se pretende construir un ferrocarril que, saliendo de Puebla de Don Fadrique, enlace con la Red Nacional en Almendricos, pasando por Huéscar, Galera, Orce, María, Vélez Blanco y Vélez Rubio.
El paso del ferrocarril por un territorio creaba muchas
expectativas, pues presumiblemente traía consigo progreso y prosperidad a las
localidades por la cuales atravesaba. Es por ello, que las autoridades de cada
municipio pusieran todo su empeño en conseguir que el trazado del anhelado
ramal discurriera por sus distritos, aunque para ello tuvieran que ofrecer a la empresa concesionaria, dinero, terrenos gratis para su emplazamiento, traviesas de madera para el trazado de la
línea, miles de peonadas para contribuir a los trabajos de explanación y
movimientos de tierras o incluso solicitar la influencia de miembros de la
nobleza, Diputados de las Cortes o Senadores u otras personalidades de reconocido prestigio
para la inclusión de su territorio en el proyecto del ferrocarril.
A continuación, se muestra un resumido estudio basado en la
información recopilada en el Archivo Histórico Municipal de Puebla de Don
Fadrique (principalmente), así como en algunas fuentes periodísticas y trabajos
publicados.
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Tras la publicación de la Ley de Ferrocarriles Secundarios
aprobada el 30 de julio de 1904, el Ayuntamiento de Puebla de Don Fadrique celebró
un pleno el 28 de agosto, presidido por el alcalde D. Oscar Fernández Valcárcel
y con la asistencia de los concejales: Mariano Arias Bugella, Juan francisco
Romero Real, Juan José Guijarro González, Manuel Lacruz Penalva, Saturnino
González Sánchez, Máximo Marín Romero, Mariano Castellote Blesa, Juan Guijarro
Penalva, Manuel Fernández Arias y Francisco Arias Romero.
En esta sesión, el alcalde puso de manifiesto la importancia
de la aprobación de la Ley de Ferrocarriles Secundarios por considerar de suma
necesidad y conveniencia la inclusión de un ramal que partiendo de la Estación de Calasparra, en
la línea general de Madrid a Cartagena y pasando por los términos de Caravaca,
Puebla de Don Fadrique, Orce, Huéscar, Castillejar y Castril, bifurque en la estación
de Quesada en la provincia de Jaén, en la línea de Linares-Almería o bien que, atravesando
los términos de Caravaca, Puebla de Don Fadrique, Orce, Huéscar, Galera y Cúllar,
empalme en la Estación de Baza, que forma parte de la línea ferroviaria Murcia-Granada
(fue esta segunda línea la que prevaleció para realizar el anteproyecto).
Todos los concejales apoyaron esta petición, exponiendo las
justificadas razones que abonaban la construcción de dicho ferrocarril, con lo
que se favorecerían los intereses generales de los expresados términos
municipales y especialmente los de esta comarca, que como es sabido, es rica en
la producción agropecuaria: destacando en cereales, aprovechamientos madereros,
espartos, vinos y ganadería.
Asimismo, acuerdan:
1º. Que, en nombre de esta Corporación,
el Sr. Alcalde se dirija al Excmo. Sr. Ministro de Agricultura, a la Comisión
encargada por el Gobierno para formar el Plan de Ferrocarriles Secundarios, a
la Diputación Provincial de Granada, al Gobernador Civil y al Ingeniero jefe
del Servicio de Obras Públicas, demostrando la conveniencia y la necesidad de
la línea desde Calasparra a Baza y suplicándoles, por tanto, la inclusión de
este Municipio en el mencionado plan.
2º. Que también facilite a la Cámara
Agrícola de Caravaca y a cualesquiera otras que les interesen los mismos datos,
a fin de que en su día puedan emitir el dictamen que se les encomienda por
dicha disposición.
3º. Que igualmente se dirija el alcalde a
los Diputados a Cortes y Provinciales, Senadores y demás personas influyentes
que él estime oportuno, solicitándoles su concurso a fin de conseguir la
inclusión de la mencionada línea en el expresado Plan de Ferrocarriles Secundarios.
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En el informe presentado por la provincia de Granada a la
Junta Central para elaborar el Plan de Ferrocarriles Secundarios de principios
de 1905, se incluía la línea Baza-Caravaca que pasaba por Huéscar y Puebla de
Don Fadrique. En dicho plan también se presentó el informe del tramo
Caravaca-Calasparra.
En lo que concierne al intento de conexión entre las comarcas
de Baza y Huéscar con el Levante, destaca la iniciativa del ingeniero de
caminos don Tomás Alberti que inició en diciembre de 1905 los trabajos de
estudio del terreno en la comarca de Huéscar y cuyo proyecto pretendía conectar
Baza con la localidad de La Encina (Alicante) a través de Calasparra, enlazando
con la vía de unión entre La Mancha, Alicante y Valencia.
***
En la primavera de 1906 llegaron noticias a la alcaldía de
Puebla de Don Fadrique sobre los estudios del tramo que atravesaba el municipio
y que formaba parte de la construcción de la línea férrea de Baza-Calasparra.
El alcalde comprobó que la estación se había proyectado en
las inmediaciones del cortijo de Casa Blanca, es decir, a unos 10 km de la
localidad de La Puebla.
Ante esta situación, el alcalde convocó con un pleno de
urgencia a la Corporación Municipal, teniendo lugar el 15 de abril de 1906. En éste,
D. Oscar Fernández Valcarcel informó y manifestó el perjuicio que sería
para esta comarca que la estación se estableciera a 10 Km de distancia de del
pueblo, ya que debido a esta lejanía, los transportes de mercancía serían muy
elevados y sin beneficio para la compañía. Sin embargo, si la estación
estuviese más próxima, sería mayor el transporte de pasajeros y mercancías,
sobre todo teniendo también en cuenta la aportación en este sentido de las
vecinas provincias de Albacete y Jaén.
Tras la exposición del alcalde, se abrió una amplia y
detenida discusión, en la que todos los concejales pusieron de relieve la
imperiosa necesidad de que la estación se emplazase en el casco urbano de este
pueblo o lo más próximo a él. Por otro lado, acordaron por unanimidad que la variación del
trazado se gestionase a través de la sociedad constructora, a cuyo fin se
nombra una Comisión Especial compuesta por el alcalde y los tenientes, a la que
se asociarán los Sres. D. Sebastián Esteller Guijarro y D. Gregorio Lacruz
Penalva; ambos hijos de La Puebla: el primero, Diputado Provincial y el segundo,
capitán de Artillería e ingeniero Industrial, por haber demostrado en otras
ocasiones su decidido interés por todo aquello que tenga que ver con el
desarrollo y beneficio de los intereses generales del país y de esta comarca.
***
Las reuniones celebradas en junio por la Comisión Especial dieron
sus frutos con un nuevo proyecto que redactó el ingeniero D. Antonio Bejar.
El mencionado ingeniero, que fue gratificado debidamente,
accedió e hizo un nuevo trazado que, partiendo de los puntos situados en el
Campo de Bugéjar, próximos al canal, seguía paralelo a la carretera de Huéscar
pasando por Almaciles y la finca de Campillejos, en donde vendría otra vez a
enlazar con la línea del Plan General, teniendo por lo tanto el emplace de la
estación a un kilómetro escaso de La Puebla.
***
A tenor de la ilusión que este proyecto generó en todos los
municipios de la comarca y dado que el tren iba a traer la modernidad y el
desarrollo a la misma, se convocó una asamblea en Huéscar en pro de este
ferrocarril para tratar de darle impulso y activarlo ante la tardanza de su
comienzo.
El 19 de agosto de 1924, en el Teatro de Huescar, tuvo
lugar una “Magna Asamblea de Municipios” que estuvo presidida por el Sr
Gobernador Civil de la Provincia de Granada y contó con destacables personajes
de la política provincial y nacional, del clero y de la nobleza. En esta
asamblea se discutía el tramo Baza- Calasparra. Don Servando Segura, alcalde de
Baza, dijo en su discurso: “el coeficiente de vitalidad de una nación son el
número de sus ferrocarriles y España ocupa un lugar muy secundario en Europa en
tal sentido. El ferrocarril de Baza a Calasparra, no es ya cuestión de ideal y
de conveniencias sino de honor y ese es el que tenemos que defender como un
compromiso que signifique amor propio, vergüenza ciudadana”. A continuación, el
marqués de Corvera señaló: “…En todas las naciones es de primordial interés las
obras públicas, porque ellas son base de prosperidad y bienestar”. Don
Marcelino Portillo, alcalde de Huéscar ofrece que el pueblo de Huéscar
colaborará en el proyecto cediendo los terrenos de secano y 2000 pesetas por
kilómetro construido. Ofrece también hasta una hectárea de terreno público para
la construcción de la estación… (diario el Defensor de Granada, 20/08/1924).
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Siete años después, el 19 de agosto de 1931 se celebró otra asamblea en
al ayuntamiento de Baza a la que asistieron los alcaldes de Cúllar, Galera,
Benamaurel, Caniles, Cortes, Castril, Freila, Zújar y Castilléjar, en donde
acordaron adherirse a las peticiones formuladas al Gobierno y a la compañía
concesionaria del ferrocarril de Baza a Huéscar a iniciativa de la Federación
Provincial del Sindicato Agrícola.
También acordaron
crear una Comisión Permanente integrada por alcaldes, presidentes de sociedades
obreras y sindicatos de dichos pueblos hasta obtener la aprobación del referido
ferrocarril y, que dicha comisión, se desplazara a Madrid el próximo día 25 a
solicitar estas peticiones personalmente, al Gobierno y a la compañía
concesionara, portando todos los alcaldes el certificado de las concesiones realizadas
por sus ayuntamientos a los concesionarios del proyecto.
Como estaba previsto, la comisión se desplazó a Madrid el 25
de agosto de 1931, llevando a cabo las reuniones y encuentros que se le habían
encomendado, pero lamentablemente no dieron el resultado que cabía esperar. El
proyecto ferroviario de la línea Baza-Huéscar-Puebla- Caravaca-Calasparra no se
aprobó.
Este fue el último intento de lucha por un proyecto que
tantas expectativas e ilusiones suscitó, y que se vio frustrado por la
incapacidad económica y la ineptitud de los gobiernos de turno, no porque no se
considerara de justicia.
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UNA NUEVA INICIATIVA EN DISTINTA DIRECCIÓN
FERROCARRIL DE PUEBLA DE DON FADRIQUE A ALMENDRICOS POR MARÍA, VELEZ BLANCO Y VELEZ RUBIO
Croquis del anteproyecto de ferrocarril de Puebla de Don
Fadrique a Almendricos, por Huéscar, Galera, Orce, María, Vélez
Blanco y Vélez Rubio. También contempla su paso por el Santo Cristo de la
Toscana (Puebla), Campo de Bugéjar (Puebla), Pozo de La Rueda (Orce), Dehesa de
María (María), Cornero (Vélez Blanco) y las Norias (Lorca).
El día 12 de agosto de 1947 se recibe en el Ayuntamiento de
Puebla de Don Fadrique una carta procedente de Madrid dirigida a la alcaldía.
La remitía la Compañía de Ferrocarriles Económicos de Villena, Alcoy y Yecla,
firmada por el Ingeniero director técnico de la misma D. Diego de Lacruz
Solanes.
En ella, comenzó diciendo D. Diego que la empresa que él
representa “Casa Ybern” fundada por D. Miguel Ybern Ferreres (ya fallecido) tuvo
siempre el deseo de extender la pequeña red ferroviaria para beneficiar el
desarrollo de la zona en que está situada la ciudad de Puebla de Don Fadrique, dejando
además como legado moral, su deseo que a toda costa se intentara cumplir. (Noticia
publicada por Diario El Defensor de Granada 22/07/1920).
Es por ello, continuó diciendo, por lo que solicitamos la
valiosa colaboración de esa alcaldía, que no dudamos nos prestará, ya que se ha pensado en estudiar un ferrocarril de
ancho muy reducido para hacerlo más adaptable al terreno que, partiendo de La
Puebla, enlace con la Red Nacional en Almendricos, tras un recorrido total de
140 kms., de esta forma, el tráfico de todos los pueblos afectados quedaría
atendido tanto en dirección a Levante como en dirección a Andalucía y, lo que
es más importante, se aseguraría la comunicación con el mar por la línea
Almendricos-Águilas con la importancia que recientes proyectos quieren asignar
al puerto de esta última población.
Para llevar paralelamente el estudio técnico con el
económico, mucho le agradecería que a la vista del croquis que le adjunto y de
las estadísticas y datos que obren en ese ayuntamiento o pueda recabar, me
comunique durante el próximo mes, aparte de sus sugerencias personales que me
será muy grato estudiar, el posible tráfico que tendrá la línea en proyecto,
tanto en viajeros como en mercancías, etcétera. Como estos datos han de ser
depurados cuidadosamente, le ruego sea escrupuloso a la hora de valorarlos…
El Ingeniero Director Técnico
Atte. Diego de Lacruz.
·
Hay
que señalar que D. Diego de Lacruz Solanes era natural de Puebla de Don
Fadrique y fue alcalde de ese ayuntamiento en el año 1934.
***
La contestación de la alcaldía de La Puebla, cuyo titular era
D. José García Castillo (don Pepe el médico) no se hizo esperar y el 29 de
septiembre le remitió una carta a D. Diego de Lacruz en la que, en primer lugar,
le mostraba su agradecimiento por el interés que tuvo el fundador de la compañía
D. Miguel Ybern Ferres en ampliar la red ferroviaria a la zona de este
municipio.
Después hace una descripción geográfica del término municipal,
indicando que se encuentra enclavado al pie de la Sagra, con una extensión de
unas 56.000 hectáreas, de las cuales 26.000 son de terreno laborable y 16.000
de monte alto y el resto de monte bajo, erial y pastos. Siendo la población de
8.195 habitantes de derecho, la que va en aumento, a razón de 200 habitantes
por año.
En la actualidad, el tráfico de mercancías por este término
municipal se puede calcular en unos cien vagones de trigo, veinticinco de
cebada, cuarenta de centeno, tres de avena, diez de garbanzos, veinte de
patatas, quince de paja, veinte de harina, unos trescientos cincuenta de madera,
sesenta de esparto, treinta y cinco de carbón vegetal y seis de almendra. De
ganado, se pueden transportar unos ocho mil cabezas entre lanar, cabrío y
vacuno, así como unos ciento veinticinco vagones de mercancía varia, que se
exportarían e importarían de la población.
Las posibilidades en el futuro, sigue diciendo, son muchísimo
mayores, ya que, al existir una comunicación directa al mar, tendrían salida por
este pueblo la mayoría de los productos de las zonas limítrofes con
posibilidades inmensas en riqueza forestal y ganadera; pues sería la salida
natural y más económica de las sierras de Cazorla y Segura, así como los
productos de las zonas aledañas de la provincia de Albacete.
En cuanto al transporte de viajeros, se puede hacer un
cálculo de cincuenta pasajeros diarios que utilizarían el tren para trasladarse
de unos puntos a otros.
Y se despide dándole las gracias a D. Diego de Lacruz y
deseando que llegue a feliz término la construcción del expresado ferrocarril,
que tan extraordinarios beneficios proporcionaría a este pueblo
***
En fin, parecía que las perspectivas que se le auguraban a
esta línea ferroviaria eran prometedoras… pero, una vez más, el proyecto quedó
en el cajón de olvido y la vieja aspiración de estas comarcas de que el tren trajera
el desarrollo y la modernidad a sus municipios, quedó finalmente truncada, quizá
para siempre.
Juan García Tristante.


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